EL ÁNGEL Y EL VAMPIRO

"El Ángel y El Vampiro" es una historia de amor llena de fantasía, leyendas, religión y acción, en donde personajes fantásticos se ven envueltos en una serie de eventos apasionantes.
Descubre a "Baltazar", el enigmático y seductor "Stregone Benefico". Un hermoso espécimen de la raza de vampiros italianos. Comparte las experiencias de su lucha contra los "Muroni".

miércoles, 25 de mayo de 2011


BALTAZAR


El primer libro de la serie EL ÁNGEL Y EL VAMPIRO
ya está disponible en AMAZON.COM.
HAZ CLIC EN EL LINK EN AMARILLO Y ACCEDE DIRECTAMENTE A LA PÁGINA DE VENTA

El formato mobi sirve para visualizarlo en los e-readers KINDLE y también en tu PC, MAC, IPAD, BLACKBERRY Y NOKIA, tambien para ANDROID.

http://www.amazon.com/Baltazar-%C3%81ngel-Vampiro-Spanish-ebook/dp/B0051ZN3X0/ref=sr_1_1?ie=UTF8&m=A317O7WZ1CN6AQ&s=books&qid=1306320010&sr=8-1

sábado, 21 de mayo de 2011

YA ESTÁ EN AMAZON

HOLA A TODOS...

ME COMPLACE MUCHO INFORMARLES QUE "BALTAZAR", PRIMER LIBRO DE LA SERIE "EL ÁNGEL Y EL VAMPIRO" YA ESTÁ A LA VENTA EN AMAZON.COM.

ESTA HECHO PARA TODOS MIS SEGUIDORES Y AMIGOS QUE POSEAN UN E-READER QUE SOPORTE ARCHIVOS MOBI, YA SEA UN KINDLE Ú OTRO APARATO QUE LO TENGA EN LA LISTA DE FORMATOS ACEPTADOS, ALGUNOS SON:

KINDLE 1
KINDLE 2
KINDLE 3
AZBOOKA 516
VIEWSONIC VEB612
POCKETBOOK 301 PLUS, 302, 360
NOKIA N900
ONYX BOOX 60
HANVON WISE READER

ES UNA BUENA OPCIÓN PARA MIS SEGUIDORES FUERA DE VENEZUELA.

ESPERO QUE DISFRUTEN CON SU LECTURA Y ESTOY ANSIOSO POR RECIBIR SUS COMENTARIOS.

UN ABRAZO A TODOS

sábado, 7 de mayo de 2011

La mascota

Hola a todos.


Aquí les he colocado algunas imágenes de perros de la raza BRACCO ITALIANO, la mascota de Baltazar, para que se hagan una mejor idea de su imagen. Les dejo también un pequeño extracto del libro donde se hace referencia a su mascota, para los que no lo han podido leer aún.


Mientras miraba, recordaba. Su mente volaba a distintos momentos de su infancia, la que consideraba había sido la mejor época de su existencia.
Recordaba a su madre cuando cuidaba el jardín de la Villa y cortaba las flores para adornar los salones de la gran casa. Su rostro angelical, lo hermosa que había sido y la ternura de sus cuidados.
Se recordaba a sí mismo, todavía pequeño, jugueteando por los alrededores y por el jardín. Recordaba a su perro Orso, un precioso Bracco Italiano, blanco y naranja, que su padre le había regalado y el cual había sido su inseparable compañero de infancia. ...
 


 ...
—¿Qué cosas quisiera saber sobre mi vida?
—Me dijiste que fue a los veinte años que desarrollaste tus “habilidades vampíricas”. ¿Fue así como las denominaste, no es cierto? Cuéntame cómo fue tu infancia.
—Bueno, cuando cumplí los veinte años de edad ya estaban todas desarrolladas y yo estaba consciente de mi condición, pero cuando niño, no. Yo tuve, lo que consideré, una infancia normal y feliz. Yo no sabía nada sobre mi “verdadero yo”, ni tampoco que mi Padre era un vampiro. Mis padres cuidaron mucho eso. Mi cuerpo era normal como el de todo niño, por lo menos, así lo creía. Sólo notaba, de vez en cuando, que era más fuerte que mis compañeros de escuela, pero eso no me preocupaba, al contrario, me gustaba ser el más fuerte de todos.
—¿Cuándo empezaste a sentir que eras diferente?
—Un día, a la edad de doce años. Mi perro Orso y yo estábamos jugando en el jardín de la casa con una pelota. Corrió tras de ella junto al borde cercano al bosque y, de pronto, los dos vimos una liebre que saltó desde un matorral. A Orso le encantaba perseguir liebres, pero yo no lo dejaba porque las mataba con su grandes mandíbulas, así que corrí tan de prisa que en menos de un segundo había atravesado el jardín y había agarrado a Orso, sujetándolo por el collar, impidiendo que atrapara la liebre. Estaba sorprendido por haberlo hecho tan rápido, pero lo que más me impresionó fue que estaba desnudo. La ropa que tenía puesta había quedado en el lugar donde me encontraba al principio y cuando había llegado donde estaba el perro, ni siquiera tenía puestos los zapatos.
—Pero, no siempre te ocurre eso.
—No, ahora ya no. Aprendí a controlar la velocidad máxima para que la ropa permanezca conmigo al igual que cualquier objeto que quiera llevar.